El 3 de Junio de 2.020, en el 5º aniversario de “Ni una menos” con U.C.F.U.
(Unión de Colectivos Feministas de Urdinarrain), con el aval del municipio, se
pintó el primer banco rojo de la ciudad, en la plaza “Belgrano”, del barrio
homónimo. Eran otros tiempos, otro país, otra sociedad e incluso, el feminismo
local aún no se había dividido entre quienes fueron coptadas por la gestión de
Frente Para Todos y quienes seguimos con nuestras banderas, pero eso, es otra
historia.
Para entonces aún creíamos que en la gestión de Martínez y Riehme iban a
implementar la Ley Micaela y hasta imaginamos nombres de quienes podrían estar
a cargo del “Área de la mujer” que se crearía en Urdinarrain, pero todo fue un
bluff y esa tarde los funcionarios municipales solo fueron para la foto. E
incluso el intendente, sin saber que habíamos estado dos frías tardes poniendo
en condiciones el banco y dándole las primeras manos de pintura roja (donada
por el Willy W.), se limitó a pasar la mano y opinar que “estaba mal lijado”.
El Proyecto Banco Rojo nació en Perugia, Italia, a partir de una
legisladora italiana el 25 de noviembre de 2016 —Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra la Mujer— quien tomó la idea de mujeres
mexicanas maquiladoras que utilizaban zapatos rojos para protestar. Se lo
denominó "La Panchinna Rossa". Por ese motivo se instaló un banco
rojo como símbolo frente a instituciones públicas con el fin de recordar,
sensibilizar y no olvidar a las mujeres que sufrieron violencia de género. Y
desde ahí se replicó en ciudades de todo el mundo.
En nuestro país, si bien no hay un registro, deben ser cientos, o tal vez
muchos más que se ubican en plazas, universidades, clubes y diferentes espacios
públicos y la mayoría, al igual que el nuestro, llevan escrita la frase: “En
memoria de todas las mujeres asesinadas por quienes decían amarlas”.
Y así lucía, para orgullo de la comunidad nuestro primer Banco Rojo, hasta que este domingo pudimos ver como lo habían destrozado. No fue casualidad, sino una clara intención de destruir ese símbolo. En la plaza “Belgrano” hay 22 bancos similares, pero la violencia machista, absurda, solo se ocupó de destruir el banco rojo, nuestro banco rojo, vuestro banco rojo, el símbolo que condena la violencia machista.
Quizás las autoridades se enteraron antes que nosotros, tal vez cuando vieron el video que subí a mis redes o lo hagan cuando lean esto. Tal vez lo repongan pronto o tal vez no. Por las dudas, les comento que los moldes de las letras los donaron siempre Luz & Nico, de “Graficarte”. Y antes de pintarlo de rojo bermellón, el intendente lo puede hacer lijar bien, como a él le guste.
Mónica D. Feyt