El 24 de marzo de 1.976 llegamos como cualquier mañana a la escuela “Caseros”, pero no entramos al aula y nos quedamos en el patio, en una especie de recreo largo, que era lindo y raro a la vez. Un rato después, nos hicieron formar y nos dijeron que volviéramos a nuestras casas, sin darnos ninguna explicación.
Nuestra
madre estaba escuchando radio “Colonia” y nos recibió con la frase: “Volvieron
los milicos”. Casi enseguida llegó mi padre, que era municipal y nos amplió la
información: “Los milicos sacaron a Isabelita y ahora gobiernan ellos”. Y ante
nuestra pregunta acerca de lo que iba a pasar, su respuesta fue que no sabía,
pero con mis hermanos vimos que su cara denostaba preocupación.
Lejos
de cualquier análisis político y del concepto de “estado de sitio”, con mi
hermano nos fuimos a jugar a la pelota a la canchita ubicada en calle Patriarca
y Carabelli, Urdinarrain; y al ratito llegaron los demás gurises del barrio.
Ninguno tenía conciencia de lo que vendría a partir de ese día que recuerdo
gris, literalmente un día nublado y gris.
Para
contextualizar lo que pasó en “Urdi City”, voy a utilizar aquello que ya hemos publicado —pero no haré como cierto despeinado y desquiciado libertario—. Entonces,
parafraseando a un fabricante de escobas local, mejor el plagio me lo hago
mismo, copio y pego lo que ya hemos escrito, oportunamente, con la madre de mis
hijos.
“¿Cuánto
cambió en Urdinarrain la vida de sus habitantes aquel 24 de Marzo del ’76?
Resulta complejo evaluarlo más de tres décadas después. Muchos de los
entrevistados dicen no recordar, como si un mecanismo, perverso o benévolo,
hubiese eliminado ciertos archivos y entonces esta parte de la historia aparece
vacía (…)
La
tarde del 24 de marzo una comisión militar llegó hasta el municipio y se reunió
con el intendente. Allí le explicaron que ellos tenían buenas referencias de su
persona, que sabían que era un buen administrador, por lo cual le manifestaron
que su deseo era que continuara en el cargo. El doctor Armando Zeroli aceptó,
convirtiéndose en el primer intendente del Proceso de Reorganización Nacional.
Sus
antiguos empleados recuerdan que no hubo cambios en el gobierno municipal y que
el intendente tuvo una buena relación con el gobierno militar. E incluso su
secretario, Rubén Ronconi cree que si Zeroli no hubiera tenido que renunciar,
hubiese continuado su gestión sin problemas. No quiere referirse al motivo de
la renuncia, como tampoco lo quieren hacer los demás entrevistados.
¿Por
qué renunció Zeroli? Todas las versiones que recibimos, sin micrófonos, cuentan
algo que entonces fue vox pópuli:
habían detectado ciertas irregularidades en el IOSPER, que consistían en la
firma de órdenes para medicamentos y que luego se usaban para cosméticos y
perfumerías. Y aunque entonces era una práctica habitual, le habrían dicho que
renunciara ante la posibilidad de verse sumariado (…)”[1].
“Cuando hicimos referencia a quienes formaron parte del
gobierno municipal durante la dictadura no emitimos juicio acerca de si esto
fue algo correcto o incorrecto. Todo es absolutamente comprobable, por lo que
nos resultó innecesaria la defensa que algunos hicieron del Dr. Zeroli,
quien fue el primer intendente del Proceso. Solo basta recordarles que don
Armando Hipólito primero fue Delegado de la Intervención Provincial por el
Proceso de la Reorganización Nacional (Dec. Nº 58 del M.G.J.E.I.M del 29/03/76)
y el 27/05/1.976 juró como Intendente de la ciudad de Urdinarrain ante las autoridades
del gobierno de facto ‘(…) observar y hacer observar fielmente los objetivos básicos
fijados, el Estatuto para la Reorganización Nacional, la Constitución Nacional,
Provincial y la Ley Orgánica de los Municipios’. Y se mantuvo en el cargo hasta
el 17/02/1.977, cuando se le aceptó la renuncia por el decreto 1.740/1.977.
Luego vendría el gobierno interino de Rubén Ronconi y el ofrecimiento a varios
políticos y comerciantes de Urdinarrain, hasta que Roque Pesce aceptó el cargo
de intendente”[2].
Don Roque ocupó el cargo hasta abril de 1.983, cuando se jubiló y fue
reemplazado por Eduardo Ronconi, quien ejerció hasta diciembre de ese año, en
que terminó la dictadura.
La prueba que la dictadura fue cívico-militar (y eclesiástica) se muestra en los miles de cargos, que, a lo largo y ancho del país, fueron ocupados por simples ciudadanos, los cuales debían reunir una serie de requisitos “morales”, pero con uno excluyente: no ser peronista. Y eso también corrió para Urdinarrain.
Los
intendentes de la dictadura contaban con una parodia de concejo deliberante,
denominado “Consejo Asesor Municipal”. Una publicación de 1.980 que hizo la
intendencia de Pesce en ocasión de los 90 años de la ciudad nos muestra quienes
eran sus colaboradores:
Consejo
Asesor Municipal: Presidente: Roque Ramón Pesce; Vicepresidente: Cura Párroco
Juan Kaúl; Secretario: Rubén E. Ronconi; Vocales: Agrimensor Arturo Santiago
Eckert, Dr. José Luis Aizaga, Eduardo Francisco Ronconi, Domingo Juan Silvio
Pioli, Alberto Raúl Chichizola, Olga Mari Aded, Carlos Alberto Pesce y Rumelio
Bautista Spiazzi.
Comisión
Municipal de Cultura: Presidente (inimaginable que en aquellos años alguien
dijera “Presidenta”) Olga Mari Aded, Secretario Hugo Alberto Medina, Vocales:
Francisca P. de Curmona, Dr. Carlos César Viduzzi, Dra. Carmen Alicia Kunath de
Bataglia, Dora Alicia Rebagliatti de Ledri y Teresita Spiazzi.
A
partir de la llegada de la democracia y sin avergonzarse ni ponerse colorados,
varios de los mencionados participaron en la vida política de Urdinarrain, sin
que nadie les reproche su pasado colaboracionista. Así por ejemplo Alberto
Chichizola y Dominguito Pioli formaron parte de la primera lista del Partido
Demócrata de Entre Ríos en 1.983; Rumelio Spiazzi fue candidato a intendente
por la U.C.R. en 1.991, Carlos Viduzzi fue concejal y presidió la
intransigencia durante varios años y, sorprendentemente, dos de los asesores de
la dictadura fueron candidatos a intendente por el peronismo: Arturo Eckert y
“Cacho Pesce”.
A 47
años del golpe, con un gobierno municipal en el que la mayoría de sus
integrantes es negacionista, la fecha pasa casi desapercibida en Urdinarrain y
apenas hay un flyer en el Facebook del municipio y se anuncia la proyección de
la película 1.985 en un salón de eventos privado (propiedad de Mariano Pesce).
Aunque también se realizaron charlas en instituciones educativas a cargo de Dirección
de Desarrollo Social del Municipio por los 40 años de democracia en las cuales,
y a pesar de la formación de quienes las dictaban, se reprodujo la teoría de
“los dos demonios”.
Por su parte, la “intransigencia” publicó un flyer casi idéntico al de años anteriores, recién después del mediodía. Del lado del peronismo no hubo ninguna manifestación con excepción del grupo que lidera el Dr. Pusula, quienes viajaron a C.A.B.A. al acto convocado por Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. Y aunque parezca insólito, en lo que fue su clara intención de no utilizar el nombre de “La Cámpora”, eligieron, absurdamente, el nombre de “Agrupación 24 de Marzo”, con una decisión que confunde a propios y extraños, porque parecen estar reivindicando una fecha que es para conmemorar o reflexionar, casi como si al querer ensalzar a Néstor, usaran como nombre “La 27 de octubre”, fecha de su fallecimiento.
Ariel Eduardo Martínez. Profesor de Historia & Abogado.
[1]
https://urdi24.wordpress.com/2008/03/24/nuestro-proceso-el-golpe-de-1976-en-urdinarrain/
[2]
https://urdi24.wordpress.com/2009/04/05/nuestro-proceso-el-golpe-de-estado-en-urdinarrain-2%C2%BA-parte/