domingo, 11 de octubre de 2020

DESUBICADOS

 Por Ariel E. Martínez

Encontrar la ciudad de Urdinarrain embanderada en vísperas de un 12 de octubre podría generarle sorpresa a un desprevenido visitante, pero considerando que tenemos un gobierno neo-conservador y que además, quienes están a cargo de cultura y otras yerbas son del palo, nos damos cuenta que todo encaja.

La idea de colocar las banderitas en las columnas de la ex avenida Eva Perón fue del profesor Darío Volker, de las épocas en que el peronismo votaba a sus candidatos y hasta tenía representación en el HCD. Pero esta linda iniciativa fue cajoneada por los intransigentes, hasta que la gente se olvidó un poco, para después presentarla como propia, fiel a su estilo.

Urdinarrain, tarde de sábado 11 de octubre
Urdinarrain, tarde de sábado 11 de octubre

Así hemos visto en las fechas patrias como todo se llena de celeste y blanco, e incluso para los desfiles de la colectividad alemana, donde se alternan con los colores de la Deutschland.

Pero llegamos a una fecha que no merece ni debe festejarse, sino conmemorarse, ya que desde hace una década dejó de ser en nuestro país el Día de la raza, para pasar a ser el Día del respeto a la diversidad cultural. Y no se trata de reabrir un debate ya absolutamente superado, y es el de que a partir del 12 de octubre de 1492 comenzó el genocidio de los pueblos originarios. Y ni hablar del concepto de raza, algo que la ciencia hace décadas aclaró: desde un punto de vista biológico, las razas humanas no existen, no hay fundamentos para justificarlas, sino que solo se puede hablar de raza humana.

En Argentina esta fecha fue establecida en 1917, durante la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen [1] y lejos estuvo la idea de reivindicar la conquista española, sino que la intención fue la de resaltar la hermandad hispanoamericana ante el creciente imperialismo de los EEUU.

Zulema Enríquez -periodista y docente indígena- sostiene que “el 12 de octubre no hay nada que festejar porque se festeja la colonización, la conquista, la invasión y posterior exterminio de miles de miembros de pueblos originarios en toda la América morena”. “Cambiar esta celebración es un cambio de paradigma respecto de cómo se entiende al otro, a la otra, al otre”, asegura.

Hasta en España, donde el 12 de octubre es una festividad nacional, hay cada vez más sectores que repudian esta fecha e incluso los sindicatos independentistas de la Intersindical-CSC proponen que sea una fecha laborable, por negarse a celebrar “genocidios supremacistas”.

Pero en esta ciudad entrerriana, declarada “a favor de la vida y la familia” por el mornaquismo absoluto que reinó hasta 2019, que tiene el mayor nivel de contaminación por glifosato del mundo según el CONICET y cuya agua potable contiene más arsénico de lo que recomienda la OMS, ahora también ha decidido, a contramano de la historia, embanderar la ciudad para un 12 de octubre.

¿Quién tomó esta decisión? Si recordamos que la mayoría de quienes integran el Frente Para Todos apoyó y militó la boleta de Macri, podríamos considerar que son coherentes con su líder, quien, en ocasión del bicentenario de la independencia argentina, le pidió perdón al rey español por lo sucedido en 1816: "(…) los patriotas debían haber sentido una gran angustia por tener que separarse de España", (…) “Claramente deberían tener angustia de tomar la decisión, querido Rey, de separarse de España” dijo en aquel momento el presidente más burro que hayamos tenido los argentinos. Y entonces, ese sentimiento de sobrevalorar lo europeo en perjuicio de lo americano, que ya expresaba Sarmiento cuando pedía que maten a los gauchos y que traigan inmigrantes rubios y de ojos celestes, es posible que siga muy arraigado en esta city. Porque cuesta creer que quienes dicen ser del partido de Raúl Alfonsín olviden que el 12 de octubre es un feriado al que se le ha dado “un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos“, tal como reza el Decreto Nacional 1584/2010, firmado por CFK y validado por el Congreso Nacional el 21/11/10.

Urdinarrain, tarde de sábado 11 de octubre

Claramente se trata de un posicionamiento ideológico. Y aunque después estos funcionarios citen a Galeano o hablen de cultura popular, lejos están de haber leído y/o comprendido “Las venas abiertas de América Latina”. Podría dudar de que las banderas no tienen nada que ver con la marcha que los macristas harán este lunes con sus habituales multiconsignas, pero les concedo el beneficio de la duda, porque me cuesta creer que se atrevan a tanto.

De mi parte, como cada 12 de octubre digo que #NADAQUEFESTEJAR, excepto, claro, el cumpleaños de mi hermana: Feliz cumpleaños Alicia Martínez (vos también te espantaste al saber que la ciudad estaba embanderada para esta fecha).-

Fuentes:

  • “La explicación científica de por qué no existen razas humanas”, por Juan Ignacio Pérez Iglesias – Diario ABC, Madrid, 23 de mayo de 2019;
  • “El 12 de octubre no hay nada que festejar: el exterminio no se festeja”,  por Luciana Mateo, en Diario La Capital de Mar del Plata, 16 de octubre de 2019;
  • “Qué se celebra el 12 de octubre: por qué los homenajes a Cristóbal Colón están muriendo”, por Tamara Fariñas, en diario digital El Confidencial de España, del 12 de octubre de 2018.
  • “Esquizohistoria: la historia que se enseña en la escuela, la que preocupa a los historiadores y una renovación posible de la historia escolar” por Gonzalo de Amézola, Libros del Zorzal, Buenos Aires, 2008
  • “La construcción del calendario escolar 

[1] “Esta celebración, que con el tiempo se transformó en polémica, se instauró por decreto en 1917, durante el primer gobierno de Yrigoyen. En el momento de su creación, El Día de la Raza, tenía un propósito político distinto al que décadas después se le atribuyó de festejar el exterminio de los pueblos originarios. El líder radical decidió conmemorarlo para oponerse a la política panamericanista que alentaba en la época EEUU. La guerra de 1898 por Cuba y la invasión de Panamá en 1903 lo habían alertado sobre los propósitos estadounidenses de intervención en América Latina. Con un día que resaltara la hermandad en el idioma y la cultura de las naciones hispanoamericanas, Yrigoyen pretendía promover una política que sirviera como resguardo de aquellas intenciones hegemónicas”.-